Narices Mojadas, A.C. o mejor conocidos como Mexicanes, somos una asociación civil sin fines de lucro. Nuestro proyecto consiste en recaudar fondos la tercera semana de cada mes para esterilizar canes callejeros con apoyo de vecinos y donar croquetas a albergues de canes rescatados. Nuestra intención es reducir la sobrepoblación de canes en las calles de México.
Iniciamos como un grupo de amigos unidos por la motivación de ayudar a los canes sin hogar y sabiendo que juntos generaríamos mayor impacto decidimos formalizar nuestra labor y crear Mexicanes.
Mexicanes esta formado exclusivamente por voluntarios. Los responsables de la asociación somos Carolina, Esthefanis, Pamela, Roxana, Sandy y Vicente. Pero Mexicanes está formada también por todas las personas que hacen donativos, los rescatistas, los albergues, veterinarios, jefas de colonia, los amigos y colaboradores de la asociación. Gracias a todos ellos porque juntos estamos logrando un México sin perros en las calles y gracias a los canes de México que con su inmenso corazón nos dan una razón para seguir adelante. ¡No los defraudaremos!
¡Gracias por decir #YoSoyMexicanes!
MISIÓN
Disminuir la población de canes abandonados y maltratados en México por medio del apoyo en comunidad a albergues independientes y de la creación de campañas de esterilización que promuevan el respeto y la compasión por los animales.
VISIÓN
Crear una comunidad nacional sólida y comprometida con la erradicación de los perros callejeros por medio de una red de ayuda a albergues independientes y campañas masivas de esterilización que al mismo tiempo permitan la posibilidad de adopción a los canes intervenidos.
VALORES
Respeto: promovemos el derecho que tiene todo ser vivo a tener una vida digna libre de maltrato.
Solidaridad: trabajamos en equipo por fin común; reducir la sobrepoblación de canes en las calles.
Compasión: conectamos con el sufrimiento de otros seres vivos y buscamos paliar su dolor.
Transparencia: administramos nuestros recursos de manera responsable y pública.
MANIFIESTO
Somos descendientes de un pueblo que creía que los perros eran guías espirituales. Hoy nuestros guías viven abandonados en las calles. Sabemos que juntos, poco a poco, podemos cambiar esta estadística.